Ingredientes para dos personas:
Aceite de oliva virgen
Ajo (3)
Cocochas de merluza (500 gr)
Guindilla cayena (1)
Lavamos bien las cocochas y recortamos el exceso
de piel que suelen tener en uno de sus extremos. Las secamos bien, añadimos sal
y reservamos.
En una cazuela o sartén, ponemos veinte
centilitros de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añadimos tres o
cuatro dientes de ajo cortados en láminas gruesas y dejamos que se cocinen
tres/cuatro. Añadimos después una guindilla o cayena y cocinamos un minuto más.
Retiramos del aceite la guindilla y los ajos y
reservamos.
En el mismo aceite, siempre a fuego
medio/bajo, freímos las cocochas unos tres minutos por cada lado (hasta que
comiencen a sacar la gelatina). Las sacamos del aceite y las dejamos escurrir
en un colador mientras esperamos que el aceite se enfríe un poco.
Es importante conseguir que el
aceite se mantenga a una temperatura de 60º o 70º aproximadamente, ya que si la
temperatura es muy alta, no conseguiremos ligar la salsa, y no nos saldrá el
"pil pil".
Para realizar el "pil
pil", y una vez que tengamos el aceite a la temperatura deseado, debemos
mover la cazuela o sartén con movimientos circulares constantes hasta que la
salsa se ligue y adquiera el aspecto de una mahonesa. El tiempo dependerá en
función de la calidad del aceite y de la gelatina que hayan soltado las
cocochas.
Si no conseguimos que ligue la salsa
y salga el “pil pil”, podemos echar un chorrito de vino blanco o vinagre para
que la misma se corte y monte mejor.
Si aun así no logramos que salga el
“pil pil”, podemos utilizar un colador pequeño, y removeremos el aceite y la
gelatina con el mismo hasta conseguir la mezcla deseada.
Realizado el “pil pil”, colocamos de
nuevo las cocochas y los ajos, removemos un poco más, y calentamos a fuego
lento, siempre sin dejar de mover la cazuela.
Consejo:
Cuando hayamos colocado de nuevo las cocochas en el pil pil, debemos calentar
las mismas a fuego muy lento, pues si calentamos a fuego fuerte, la salsa se
desliga.