HUEVO COCIDO A BAJA TEMPERATURA CON SETAS



Ingredientes para dos personas:
Ajo (2)
Huevo
Pimienta
Sal
Setas de cardo (150 gr)

Lo primero que hacemos es el huevo a baja temperatura, que es lo que más tiempo nos va a llevar. Se trata de cocer el huevo a una temperatura constante de 63º/64º, durante 45 minutos (también podemos cocerlo a 65º/66º durante 40 minutos). Lo más importante, es tener en cuenta que la clara de huevo coagula a 62º, y la yema a 68º. Es fundamental mantener una temperatura superior a 62º para que la yema coagule, pero nunca sobrepasar los 68º, para que la clara quede cremosa.

Si no contamos con un aparato específico (roner) para mantener la temperatura de cocción constante, podemos hacerlo en la termomix, y si no, de manera más artesanal  con un termómetro digital de cocina.

Pondremos a cocer el agua, y cuando la misma haya alcanzado los 63º, meteremos los huevos y bajaremos el fuego al mínimo. Si vemos que la temperatura oscila, jugaremos con la misma subiendo un poco el fuego, o añadiendo un chorrito de agua fría al cazo para que baje.

Pasados el tiempo, sacamos el huevo, y con sumo cuidado (pues el interior estará casi líquido, pelamos el mismo (hay que tener en cuenta que aunque la yema haya coagulado, estará bastante líquida). Lo mejor es cascarlos con cuidado como cuando cascaos un huevo crudo y colocarlo directamente donde vayamos a servirlo.

Mientras hacemos el huevo, ponemos una sartén a fuego medio, junto con cuatro cucharadas de aceite, un par de ajos pelados y aplastados, durante unos cinco minutos, para aromatizar ligeramente el aceite (podemos utilizar un aceite ya aromatizado).

Limpiamos las setas, retiramos el aceite y los ajos, y a fuego muy fuerte, marcamos las setas, primero con el sombrero para abajo, durante tres/cuatro minutos, y luego las damos la vuelta, salpimentamos ligeramente, y añadimos el aceite aromatizado que habíamos reservado. Apagamos el fuego, y dejamos que las setas se terminen de hacer en la sartén con el calor residual.

Montamos el plato sirviendo las setas en un plato, y en el centro de las mismas, colocando el huevo cocido a baja temperatura, que salamos ligeramente. (Será necesario que calculemos el tiempo para que justo cuando esté el huevo cocido, 45 minutos, sirvamos el plato, pues sino el huevo seguirá cocinándose pese a que le saquemos del agua).

Justo cuando el plato esté servido, damos un tijeretazo al huevo para provocar que la yema, que estará sumamente cremosa, vaya cubriendo las setas.