Ingredientes:
Aceite
de oliva virgen extra
Cebolla
Laurel
Patatas
Pimentón
Pulpo
Sal
gorda
Cocemos
el pulpo en una olla grande con agua hirviendo, junto con una cebolla y un par
de hojas de laurel.
En el momento de echarlo al agua lo asustamos
3 veces (lo metemos y lo sacamos 3 veces) y cocemos durante unos 35 minutos (para
un pulpo de unos 2 kilos). Para saber si está hecho, pinchamos con un cuchillo
afilado y comprobamos que esté al dente.
Una vez cocido retiramos del fuego, tapamos la cazuela y dejamos reposar
unos 15 minutos (con esto conseguiremos que no se caiga la piel).
En una sartén muy caliente, untada con un
poquito de aceite, doramos el pulpo. Tendremos que conseguir que se dore mucho,
por lo que será mejor hacerlo a fuego muy fuerte, echando el pulpo en la
sartén, moviéndolo un poco al principio para que no se pegue, y dejándolo unos tres/cuatro
minutos SIN MOVERLO con algo de peso encima para que se pegue bien a la
plancha. Cuando se haya dorado, lo damos la vuelta, y repetimos la operación.
Para asar las patatas, las lavamos bien,
las secamos, y las untamos con un poco de aceite de oliva virgen. Añadimos un
poco de sal y las pinchamos ligeramente con un cuchillo fino afilado. Las envolvemos
bien en film trasparente y las introducimos al microondas durante unos 7 u 8
minutos a máxima potencia.
Para emplatar, hacemos unos cortes al
pulpo, para que sea más fácil de cortar, y colocamos el mismo junto con las
patatas cortadas a la mitad, añadiendo pimentón picante, sal gorda y un
chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Conviene congelar el pulpo antes de cocinarlo, ya que al transformarse el agua
del propio alimento en hielo, esto hace que se rompan los tejidos musculares, y
la carne quede más tierna.
Para
descongelarlo, habrá que sacarlo 24 horas antes a la nevera para que se
descongele lentamente.