Ingredientes para dos personas:
Aceite de girasol
Ajos (2 dientes)
Arroz basmati
Cebolla (1/2)
Cilantro (1/2
cucharadita)
Comino (1/2
cucharadita)
Cúrcuma (1/2
cucharadita)
Harina de tempura (1
cucharadita)
Jengibre (1/2
cucharadita)
Leche de coco (2
cucharadas)
Limón (1/2)
Mezcla de especias
garam masala (1 cucharadita)
Pechuga de pollo (1)
Pimentón picante (1/2
cucharadita)
Tomate (2)
Yogurt natural
Maceramos durante toda
la noche una pechuga de pollo cortada en trozos, en cilantro, pimentón, comino,
ralladura de jengibre, cúrcuma, sal, ajos (machados en un mortero), el zumo de
un limón, unas gotas de tabasco, y un yogur natural. Espolvoreamos un poco de
harina de tempura. Aunque el resultado no es el mismo, existen salsas preparadas tikka masala en las que podremos poner el pollo a macerar durante toda la noche, añadiendo el zumo de limón, y espolvoreando un poco de harina de tempura.
En una sartén con unas gotas de aceite de girasol, sofreímos media cebolla muy picada. Cuando comience
a pocharse, añadimos dos tomates naturales pelados y picados, dejando que se
consuma ligeramente el líquido.
Incorporamos los trozos
de pollo, y cocinamos durante cinco minutos a fuego fuerte.
Bajamos el fuego, añadimos
una cucharadita de garam masala, y dos cucharadas grandes de leche de coco.
Cocinamos durante diez minutos, y dejamos reposar.
Hacemos un arroz
basmati conforme indique el fabricante (tendremos que enjuagarlo en agua
cambiando la misma unas siete veces, para que pierda el almidón, y cocerlo
tapado a fuego bajo durante unos ocho minutos, dejándolo reposar
posteriormente).
Servimos haciendo una
cama con el arroz, y sobre ella colocando el pollo junto con la salsa.