Ingredientes para cuatro personas:
Calamar (1)
Harina
Sal
Limpiamos los calamares separando las patas de la bolsa del calamar.
Cogemos la parte de las patas, y cortamos por encima del ojo, quitando además
la boca. Quitamos la piel de la bolsa del calamar, y vaciamos el interior. Lavamos bajo el agua, y los colocamos sobre un escurridor y
posteriormente sobre papel absorbente para que se sequen bien (convendrá dejarlas un buen rato sobre el papel absorbente, e incluso cambiarlas de papel para que pierdan todo el agua).
Cortamos el cuerpo de los calamares en dos partes, y cortamos tiras en
sentido perpendicular. Cortamos igualmente las patas.
Enharinamos
y salamos los calamares. (Conviene que la harina, la tamicemos para que quede
más fina). Retiramos el exceso de harina (importante), y en una sartén con aceite de girasol (es importante que el aceite esté limpio, o incluso sin usar), a fuego
fuerte, vamos friendo por tandas (para que el aceite no pierda calor),
sacándolos cuando estén dorados sobre un papel absorbente para que pierdan el
exceso de aceite.
Consejo: El único truco de esta receta es que
los calamares estén totalmente secos, que el aceite esté limpio o sin usar, y que la materia prima sea de calidad.