Ingredientes:
Aceite de oliva (1 vaso)
Agua (1/4 de vaso)
Ajo (3 dientes)
Guindilla cayena (1)
Laurel (2 hojas)
Mejillones (1 kg)
Pimentón dulce (1 cucharadita)
Pimentón picante (1 cucharadita)
Vinagre de vino (2/4 de vaso)
Vinagre de módena (1/4 de vaso)
Vino blanco (1/2 vaso)
Se limpia un kilo de mejillones, quitándoles las barbas, y abriéndolos en
una sartén a fuego medio con un poco de agua (lo justo para que cubra el fondo)
y un chorrito de vino blanco. Cuando se hayan abierto, se retiran y se dejan
enfriar quitándoles las conchas.
Se preparan dos vasos grandes, uno con Aceite de Oliva Virgen Extra y otro
con la misma cantidad de vinagre y agua (2/4 de vinagre de vino y ¼ de vinagre de módena y ¼ de agua).
Vertemos el aceite de oliva en un cazo, y añadimos 3 dientes de ajo laminados
junto con una guindilla cayena, dejándolo macerar a fuego medio durante quince
minutos. (Suficiente aceite para que junto con el vinagre, cubran justo los
mejillones que tendremos limpios y echaremos después).
Antes de que se doren los ajos, se quita del fuego y se echan dos cucharadas
pequeñas de pimentón (dulce o/y picante), y dos hoja de laurel.
Se remueve unos segundos, y se echan los mejillones limpios.
Se remueve un minuto sobre el fuego aunque con este apagado, y se echa el
vinagre, (misma cantidad que de aceite), y se deja que se enfrié a temperatura
ambiente.
Una vez frio, se pueden guardar en un bote en la nevera durante meses.