Ingredientes para dos personas:
Ajos (2 dientes)
Alubias (200 GR)
Azafrán
Cebolla (1)
Gambones (6)
Laurel (1 hoja)
Perejil
Ponemos las alubias a remojo en agua
fría la noche anterior. Al día siguiente se escurren y se tira el agua.
En una cazuela (u olla), sofreímos
ligeramente la cebolla y los ajos (cortados en trozos). Añadimos la hoja de
laurel, y una pizca de perejil.
Incorporamos las alubias, cubrimos
de agua, y dejamos cocer a fuego lento, “asustando” de vez en cuando a las
alubias. El tiempo de cocción dependerá de si estamos utilizando cazuela u olla
a presión, y del tipo de alubias utilizadas.
Mientras, pasamos las cabezas de los
gambones por una sartén con una cucharada de aceite, a fuego fuerte, durante un
par de minutos. Trituramos las cabezas con la batidora, añadiendo para ello un
poco del agua de cocer las alubias.
Pasamos por el colador, y lo
incorporamos al guiso de las alubias.
En la misma sartén, doramos los
langostinos a fuego fuerte durante un poco menos de un minuto por cada lado
(sin que lleguen a hacerse del todo), y los añadimos al guiso junto con un poco
de azafrán bien deshecho, una vez que las alubias vayan a estar.
Rectificamos de sal, y hacemos
“bailar” la cazuela para que la salsa espese ligeramente.
Dejamos reposar (mejor de un día
para otro) y servimos.
CONSEJO: Cuando echemos las alubias al guiso, conviene que
rompamos los primeros hervores con un chorro de agua fría (es lo que se llama
asustarlas), y que con una espumadera, retiremos la espumilla que se haya
formado.
El agua, nunca debe caer directamente sobre las alubias, pues hace
que estas se rompan. Tampoco conviene remover el guiso con una cuchara, pues
también rompe las alubias.