Ingredientes:
Aceite de oliva virgen (3 cucharadas)
Avecrem (1 pastilla)
Gelatina neutra (1 lámina)
Gelatina neutra (1 lámina)
Harina (2 cucharadas)
Huevo (2)
Jamón serrano (1 loncha)
Leche (3/4 litro)
Mantequilla (2 cucharaditas)
Nuez moscada
Pan rallado fino
En una
sartén, echamos dos cucharaditas de mantequilla junto con
tres cucharadas de aceite de oliva virgen. Cuando se derrita la
mantequilla, sofreímos dos cucharadas colmadas de harina hasta que adquiera
color marrón dorado (un par de minutos).
Bajamos el
fuego, y añadimos leche fría, poco a poco, sin parar de remover hasta que la
mezcla haya cogido una textura un poco densa y homogénea (3/4 de litro de
leche).
Añadimos
unos taquitos de jamón serrano muy picado, una pastilla de avecrem echa polvo y
una pizca de nuez moscada.
Si nos gusta
la bechamel un poquito líquida, añadimos un poco más de leche (hasta completar
el litro), y seguimos removiendo. Incorporamos entonces una o dos placas de gelatina neutra (previamente hidratadas en agua), para que sean más fáciles de manejar y queden más melosas.
Dejamos enfriar la bechamel, y formamos las croquetas con la ayuda de dos cucharas, o simplemente con las manos (debemos tenerlas humedecidas para que la masa no se nos pegue a ellas al formar las croquetas).
Rebozamos las croquetas primero en pan rallado fino o harina, luego en huevo bien batido, y nuevamente en pan rallado.
Rebozamos las croquetas primero en pan rallado fino o harina, luego en huevo bien batido, y nuevamente en pan rallado.
Freímos en
abundante aceite caliente de pocas en
pocas, hasta que estén doradas, dejamos reposar un par de minutos sobre papel
absorbente, y servimos.