Ingredientes:
Aceite de Oliva Virgen Extra
Ajo
Jamón Serrano
Níscalos
Perejil
Limpiamos los níscalos con un paño húmedo y con un pincel de cocina,
poniendo los mismos bajo un chorro suave de agua fría (cuanto menos tiempo
estén debajo del agua, más y mejor conservarán sus cualidades olfativas y
gustativas). Salpimentamos ligeramente, cortamos y dejamos secar.
En una sartén, con una cucharada de aceite de oliva, y a fuego muy fuerte,
freímos los níscalos (boja abajo), durante un par de minutos.
Pasado el tiempo, damos la vuelta, incorporamos un ajo pequeño muy picado,
un poco de perejil, y colocamos sobre cada níscalo una lámina fina de jamón
serrano. Apagamos el fuego y dejamos que se termine de cocinar lentamente
(durante unos siete o diez minutos más).
Servimos calientes.